domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Por qué no sos un poco más normal?...


...me preguntaron más de una vez. Y yo me pregunto, ¿Qué es ser normal?

                                                *                    *                *

Un tema bárbaro para mi primer entrada. A continuación, una poco necesaria aclaranción sobre por qué un blog, que se extenderá hasta que vuelvan a aparecer los asteriscos...

   Perdón. Es que es muy chabacano sacarle el encanto y el misterio haciendo un apartado autoreferencial que aclare: "Bueeeno, esta es mi primer entrada, introduzco el blog, etc". Lo lindo de ciertos paréntesis (o en este caso, de "apartados"...pero esto sí es un paréntesis, ¿Ven?), es que se pueden obviar. Se pueden obviar siempre y cuando el lector pueda prescindir de lo que adviertan. Para quienes suelo escribir, con quienes suelo compartir mis cosas y me siguen en mis reflexiones, no pierdan su tiempo en él. Aquellos que son nuevos en este arte de descifrar lo que yo pienso, procedo a explicarles.

    Veo hace tiempo una ola de blogs, de medios alternativos, de lugares de opinión que cobran cada vez mayor importancia. La red, entre toda la basura mediática, divertimentos truchos y pornografía que tiene para ofrecer, pone a nuestro alcance canales para que se oigan las voces que no suelen oírse. Este es un medio en el cual uno puede llevarse algo distinto de la televisión, la calle y el cúmulo de cosas que se reproducen a boca de jarro.

   Hay búsquedas profundas, miradas desde otros ángulos, y delirios que buscan despertar la mente desde otro lugar: el de de ser enunciados con una actitud rebelde, que se hacen los difíciles a la hora de ser entendidos, que buscan desconcertar o consumar los actos lingüísticos ajenos a la cotidianidad, ajenos a lo que quieren que uno repita. Dado que el lenguaje es la forma de apropiarse de la realidad, qué mejor manera que dar vuelta la realidad que con enunciados descabellados. Es lindo también jugar con lo "cotidiano-maravilloso". Un día te hablo del gobierno, otro sobre "la gente", otro la agonía de que se caiga la tostada del lado de la mermelada, y otro sobre una especie de palta fluorecente que crece en San Juan que, según las brujas del lugar, podría servir para reactivar la industria nacional, desarrollando un producto para el crecimiento del cabello, y destinar su carozo de gran tamaño a un plan de armamento nacional...

Fin de la explicación. Abajo, los asteriscos y, a continuación, el tema expuesto en el título...¿Me siguen?...

                                                          *                    *                *

¡Veamos!

   Imposible de encarar esto si no nos remitimos a la época en la cual cada individuo forma su personalidad. Varios de mis planteos desembocan (o mejor dicho, se originan) en la adolescencia. Siempre será así, dado que mis opiniones descabelladas son producto de ser alguien poco normal...Es la edad en la cual uno deja de ser un niño, de depender de mamá y papa, de ver dibujos animados, de jugar con sus juguetes, en resumen, de ser feliz con pequeñas cosas, a una etapa donde uno desarrolla sus caracteres físicos segundarios que todos bien conocemos:

- Las hormonas comienzan a actuar sobre nuestro cuerpo por capricho de la naturaleza. Cambia nuestro cuerpo, crecen los genitales, se activa nuestro aparato reproductor, el cual entrará severamente en conflicto con nuestra parte más humana y racional...

- A los nenes se nos vuelve grave la voz, pegamos el estirón, cobramos una actitud (auto)destructiva y desafiante, y de querer copular con cuanta hembra encaremos, sin el menor respeto.

- A las nenas les crecen los pechos, las caderas, desarrollan una obsesión por los galanes de la tele y las estrellas pop, comienzan las reacciones súbitas e inexplicables, junto con millones de emociones, sensaciones e ideas que los nenes tienen prohibido expresar, bajo la pena de que se los cague a trompadas.

- Y a ambos nos salen pelos, granos e inquietudes por todas partes del cuerpo.

   Además de todas estas banalidades sobre las cuales las instituciones centran su atención a la hora de hablar de adolescencia, sucede el gran cambio en el cual yo quiero poner el acento: la personalidad. Desarrollamos nuestra forma de ser, desde lo más básico, como las actividades que nos gusta hacer, la música que nos gusta escuchar, elegimos a nuestros amigos, elegimos una persona con la cual queremos estar, hasta incluso llegamos a formar criterios, como ser nuestro mundo ideal. Esto nos da la pauta de que nos estamos transformando y convirtiendo en alguien, y depende de quién seamos será nuestro lugar en la sociedad.

   En esta edad es en la cual todas las instituciones apuntan sus cañones: la familia, la escuela, la Iglesia, el Estado, las corporaciones, todos tienen un plan para reproducir la sociedad. Todos saben que es el momento en el cual el hierro está blando para formarlo. En esta edad comienza a moldearse a los individuos para que se reproduzca el modelo de sociedad vigente. Existe todo un aparato para que las cosas sigas siendo como son, para que la gente "sea normal".

    Todo eso es un proceso cultural, es algo artificial, ajeno a lo natural, y acá está lo tramposo. Todas las cosas, los patrones de conducta, los valores, qué es bueno/malo, lindo/feo, son inculcadas. Ser "normal" es una construcción, y se toma como lo natural. Sin embargo, son transmitidas pensando que eso es lo natural, lo que se supone que debe ser, lo ideal. Todo aquello que es ajeno, es extraño, es indeseable, es reprobable, y digno de ser reprimido. Lo que hacés de tu vida, la forma en que te vestís, la música que escuchás, la religión, tu ideología, tu sexualidad, TODO es controlado desde este plan que tienen para tu vida. Todo esto es un proceso cultural que, en mayor o menor medida, todos sufren, y algunos se dan cuenta, y otros no, tal y como se espera.

   Cuando un individuo dentro de "lo normal" se encuentra con estas personas fuera de "lo normal", es inevitable que entren en conflicto. Además de llevar esos cánones, está programado para rechazar todo lo diferente a él. Esto sucede tanto cuando se encuentran dos culturas diferentes, cuyo resultado por lo general es destructivo...como cuando un individuo encuentra en su propia sociedad alguien diferente a sí mismo. En momentos como eso surge esta pregunta que encabeza la nota.

   Existe también un mecanismo represivo para aquellos que no siguen el mismo patrón. La persona que me increpa lo hace por fuerza mayor que no puede ver ni comprender. Un grupo de pibes le pegan en el piso a otro porque escucha una música distinta a la de ellos, o porque se viste distinto a ellos.

   Esa persona es como es porque copió un modelo. Un joven es de un cuadro de fútbol porque su padre lo es, y revolea una bandera, y putea e incluso golpea a alguien por ser de otro cuadro de fútbol. Un tipo discute con otro sobre la inseguridad, alegando que "hay que matar a todos los negros", porque escuchó a su padre decir lo mismo mientras miraba el noticiero.

   Más aún, está empapelada la ciudad con ese deber ser: un hombre trabaja como burro para tener un auto, la ropa, el celular, el perfume y el reloj del tipo del cartel; una mujer se siente mal con su cuerpo y con su imagen porque ve en los carteles muchachas escuálidas, pintadas como una puerta y con una sonrisa falsa dibujada, casi una mueca de prostituta, y en sus ojos, un vacío de alma.

   Entonces, ser normal puede variar. Ya no es mi preocupación ser normal, sino ser como soy yo. Cuando uno se deshace de esas leyes de cómo ser, uno es natural. Si comprendo esto, entonces, puedo aceptar que alguien sea diferente. Quien no lo vió, entonces, puede abrir los ojos frente a lo que le parecía obvio, cuestionarlo, y rever su manera de ser, en pos de mejorar su existencia, en pos de estar más feliz con su propia manera de ser. En cambio, si uno ya tenía conocimiento de ello, y es perfectamente consciente de ello, no importa qué excusa ponga para defender el orden, si sigue discriminando a otros, es la peor basura que puede existir. Está con quienes dictan las reglas. Irónicamente  quien se pone a señalar qué es natural y qué no, está contra toda naturaleza.

  En resumen, ¿Qué es ser normal? Es ser un producto de la sociedad...

 ¿Por qué no soy un poco más normal?...¡Pues porque no quiero!...

=)

"Quien no encaja en el mundo, está cerca de encontrarse a sí mismo" - Hermann Hesse...¡Lo ví justito en el face y decidí pegarlo! jaja...


4 comentarios:

  1. Muy bueno, no somos gente fácil para los normales. No somos cómodos al sistema y los que estan cómodos se sienten atacados por gente como nosotros. Ya me conoces y sabes como pienso y de que lado estoy parada. Creo que nada de lo que escribas voy a rechazar... y sino lo escriboo! que tanto.

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    1. Gracias. Me alegra saber que no estoy solo. Espero seguir en contacto con vos...¿Nos conocemos?...

      Besos

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  2. La libertad es ser quien eres, no lo que los demás esperan que seas.Linda frase pero difícil aveces de cumplir

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    1. Cada vez es menos dificil, porque me voy enganchando con ese papel. Muchas gracias.

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