martes, 5 de febrero de 2013

¡Rescatate, inteligente!


Vuelto del laburo o recién levantado, siempre veo el muro del caralibro empapelado con gritos y llantos de indignación de la gente blanca y civilizada: "No a la cumbia"; "Hay que matar a todos los negros"; "Negro por dentro"; etc. No, amig@s, no convido de ese ritmo tropical, aunque he madurado, y mucho menos convido con los actos de discriminación masiva que se hace. En mi época secundaria, cuando apenas sabía mi nombre y era un vestigio de personalidad, agredía a todo aquel que no compartiera mi gusto musical, con el solo fin de definir mi ego. Me imagino que eso, pasados los 17 (con generosidad, veintipico) años es algo que queda atrás, y uno tiene la madurez de compartir una sociedad con gente de diversos gustos. Una persona emocional, intelectual y culturalmente inteligente sabe disfrutar desde Bach hasta Los Ratones Paranoicos, siempre que le guste, y de no ser así, de abstenerse de agredir a quienes lo hacen.

Está de más decirlo pero les recuerdo que, sin importar si es por la música o por su condición social, quien sale a gritar y señalar "negro esto", "negro lo otro", es un racista de mierda sin darle más vueltas...Sigamos...

Puntualmente esta nota me hizo estallar los cojones con los cartelitos de "No a los cumbieros en el Colón" y otros menos correctos. Estos exabruptos parecían ser a raíz de la noticia de un espectáculo presentando a las voces femeninas más populares de nuestro país en el Teatro Colón. Me entero, nuevamente, por carteles racistas y pelotudos. Indagando un poco más, me encuentro con la siguiente nota de un señor defensor del buen arte, que no pienso pegar para no darle prensa, pero que quiero citar:

"Se trata de un mega recital que intenta reunir a las cantantes más populares de nuestro país, la noticia continua… “Nacha Guevara, Elena Roger, Valeria Lynch, La Sole, Patricia Sosa, Serra Lima, Fabiana Cantilo, Lucía Galán, Marcela Morelo y Karina interpretarán sus canciones más conocidas (…). Tras una intensa votación organizada por la Legislatura porteña, se seleccionó a las diez cantantes más populares de la Argentina”.
Yo también compartí la idea de lo desubicado que queda esa cartelera en un espacio como el Teatro Colón. Afortunadamente, soy de esas personas que aún puede tener un juicio racional de las cosas. Lo ideal sería encontrar el espacio para esta idea, como siempre ha sabido el Gobierno de la Ciudad mover influencias para acercar la cultura. El por qué de esta invasión cultural en un espacio tradicional como lo es el Colón es un debate profundo y que debe hacerse con cuidado. No hay nada en contra de la propuesta de mi parte, pero si sacamos todo de contexto y no entendemos que hay cosas que no van, cualquiera puede salir a repudiar sin herramientas. Precisamente, mucha gente sabe esgrimir argumentos para poder ocultar sus intereses personales detrás del discurso con el que nos quiere convencer. Lo han hecho durante siglos los políticos, religiosos, periodistas y seductores, y demuestran una impresionante habilidad para juntar mentiras, hacerlas sonar convincentes y lograr el apoyo masivo de gente que no sabe discernir. Aristóteles juntó esas técnicas y las llamó "Retórica", casualmente. Déjenme decirles que hay un punto débil para la persona equilibrada y justa, y es que no pueden ocultar sus prejuicios ni en la más refinada y moderada opinión:

"Ante todo debemos entender que no “todo lo que el hombre hace es cultura”, máxima expresión que utilizan habitualmente líderes populares para ocultar sus propias limitaciones de conocimiento del arte que representan".
Pegué hasta el mismo formato de texto, para que quede bien clarito...

¿Así que esta persona dice que "no todo lo que el hombre hace es cultura”? No sólo es atropológicamente incorrecto, sino que además es discriminatorio y elitista. No hace falta recordarle que estamos en el S.XXI,y que existen algo llamado "Derechos Humanos", que nos permiten a todas las personas expresarnos libremente. Ojo, yo también más de una vez renegué con tipos que defienden la música popular por su sencillez, o su lírica, puntualmente, su tradición y sabiduría. El tiempo me está dando la sensibilidad y la madurez para sucumbir ante ella y disfrutarla, enrriquecerme, ganar en mi bagage cultural, contrariamente a quedarme en la idea de que han de ser todos virtuosos a la John Petrucci (a quien escucho, admiro y banco siempre) o al estilo Yngwie Malmsteen (a quien escucho...). Bajo este punto de vista, ¿Quién está limitado en cuanto a conocimiento del arte?

Hay un marco legal que bien cita el artículo que se debe respetar. A saber:

Existe una tradición que se debe respetar y por sobre todo una ley que cumplir. El 11 de septiembre de 2008 la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó la Ley 2855 creando el “Ente Autárquico Teatro Colón” con personería jurídica propia, autonomía funcional y autarquía financiera. Se trata de un organismo público que tiene la misión de crear, formar, representar, promover y divulgar el arte lírico, coreográfico, musical (sinfónico y de cámara) y experimental, en su expresión de excelencia de acuerdo a su tradición histórica, en el marco de las políticas culturales de la ciudad. Además la ley sentencia que el Ente Autárquico tiene a su cargo las funciones de asistir al Poder Ejecutivo en el diseño, ejecución y supervisión de las políticas culturales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en materia de su competencia. Facilitar al conjunto de los habitantes de la ciudad el acceso a las actividades artístico-culturales que desarrolla y fomentar acciones en torno a la formación de nuevos públicos. Hoy parece ser que la legislatura que votó la Ley 2855 para preservar entre otras cosas la tradición histórica del Teatro Colón también lo hizo a favor de presentar “nuevos espectáculos” que no se enmarcan en las costumbres del coliseo argentino.

Yo como alumno del Manuel de Falla y aficionado a la música clásica comprendo esto. Conozco artistas autogestionados que ni el Colón los cobija, ¡Eso es bancar el arte! Mas es indefendible ese dejo de superioridad que es lo que aleja a las masas del arte. Yo escuché artistas como Pappo toda mi juventud, y me banqué que muchos adultos revolearan el dedito en mi cara pretendiendo decirme qué es música y qué no lo es. Yo tuve dos dedos de frente para incursionar más en la música en su manera acabada, sin prejuicios negativos ni solemnidad mediocre, a diferencia de ciertos viejos vinagres defensores del "buen gusto". Y yo que pensaba que los dinosaurios ya habían desaparecido...Acaban de confirmarme que no.

Yo que estas personas tan instruidas y cultas me dedicaría a escribir qué instituciones y qué entes privados (empresarios de la música) están haciendo esta movida extraña. No está mal que se abra un espacio del calibre del Colón a la música popular (no "populachera", como dice el superadito que escribió esa página). Hay muchos billetes en hacer cantarlas. ¿Por qué no fueron a proponérselo al Gran Rex, al Luna, o a todos esos Teatros de alto contenido de la calle Corrientes? Cuando hablen de mantener un espacio cultural, y no sean más que ignorantes que abuchean la cultura, hablamos.

¡Me quedó algo en el tintero!

Es una noche que reúne a las voces femeninas más populares. Obvio que los medios ponen a Karina al frente para que los indignados defensores del buen gusto le hagan publicidad gratuita al evento. Yo pienso que si no te cabe la cumbia, lo mejor es no darle prensa. Hay mucho talento en esa gala, no da regalarle los reflectores a lo que presuntamente no es digno. Ahora bien, ¿Por qué salir a darle prensa? ¿Por qué destacar esa presencia? ¿No será que son cercanos a la dirección del Colón que hacen esto y están disfrazando el dichoso espectáculo fuera de lugar con una nota de presunta indignación? ¿Hasta qué punto se les puedo creer? ¿Es comparable la nota a la de las revistas de espectáculos "populacheras" y el rol que tienen en hacer correr los chismes y facturar por ello?

Más lo pienso, más asco me da...

Prefiero pensar en lo buena que está Karina, pues más allá de mis necesidades, al fin y al cabo, ¡Es el lomo lo que la vende! (Quizás...)