jueves, 29 de noviembre de 2012

"A mí nunca me vas a ver laburar", decía...



Contrariamente a mis principios, he emprendido una búsqueda, por fuerza mayor y sin mucha gana. Aquella gente que me conoce y con la cual tengo confianza, debió escucharme decir, alguna que otra vez, mitad en plan de broma y mitad en plan de lucha: "A mí NUNCA ME VAS A VER LABURAR". Así es, estoy en búsqueda de empleo.

Llámese empleo, en un sentido estricto, como diciendo: "Busco una actividad que me brinde una remuneración medianamente decente, no degradante, y que me deje tiempo para mi música, mis experimentos con el acelerador de partículas y mis películas porno caseras". Yo voy a decir "soy un laburante" el día que trabaje de algo que me guste. Más allá del capricho, es un compromiso con lo que hago. Un empleo es sólo un puesto con determinadas tareas a cambio de un poco de la causa de todos los males. El que trabaja, pone su tiempo, su amor y dedicación, su completa devoción. Si alguien trabaja (o dice trabajar) en algo que no le gusta, sépalo: no está trabajando.

Voy a ilustrar mi tesis un poco: Un arquitecto que estudió para hacer edificios porque le llenaron el bocho con que tenía que ser alguien y tener plata, equivale a un tipo haciendo cosas de mala gana, ergo, balcones chongos que se pueden caer con el peso de una paloma; un abogado que estudió derecho porque viene de familia de abogados desde tiempos inmemoriales, será un tipo repartiendo volantes a motoqueros, parado en una esquina, esperando un accidente de tránsito, o defendiendo a un violador para que salga impune por falta de evidencia; Un médico que estudió medicina con el sueño de estar cenando con Mirtha Legrand resultará en una cirugía cerebral que habrá dejado (aún más) pelotudo a un paciente. Gente sin amor en lo que hace, siendo explotadas para seguir teniendo un empleo mediocre, una vida mediocre, es un mundo más de mierda.



A continuación, pongo algunos de los avisos que me encontré. O mejor dicho, dejo lo que recuerdo que decían, junto a lo que pienso que trataban de decir:


"Full Explotation Contact Center", importante empresa comercial, busca jóvenes para agente telefónico especializado en atención a nuevos clientes y asesoramiento comercial.

Buscamos un perfil comercial, jóvenes proactivos, dinámicos, con actitud, para venta de pólizas de seguro/productos de telefonía celular/cosas para el mercado latino de USA/España/Sri Lanka...de gran aceptación. 

Si considerás que cumplís con los requisitos, tenés o no experiencia, pero tenés el secundario completo, este es el laburo para vos. Te brindamos la posibilidad de tener un primer empleo, en un ambiente laboral excelente, trabajando para una empresa de primer nivel, con capacidad de ascenso y horarios super flexibles part-time. Todo se charla. Está todo bien, todo piola.

Envianos tu CV sin omitir foto ni pretensiones salariales a rrhh@fullexplotation.com"  


Acá leo (mejor dicho, la experiencia me lo dicta):


"Full Explotation Contact Center", un call center con unos pocos años en el mercado de la terciarización negrera, ofrece puesto de Telemarketer, ni más ni menos que eso. Obvio que es para ventas, ¿Qué otra actividad es productiva y rentable en este país del orto? 

Buscamos pibes chamulleros y con actitud de garca, como nosotros, que se banquen que los maltraten, que los caguen con el sueldo, y que no esperen el más mínimo respeto, ni a su persona ni a sus derechos laborales. Te vamos a meter en un box con una compu y te vamos a hacer vender cualquier gilada inservible. Tu objetivo es venderla en cantidades estúpidas, y con tu mayor caradurez. La gente es boluda, compra cualquier cosa.

Acá, tu jefe es dos o tres mayor que vos, o menor que vos, y es un payaso que cree que se las sabe todas, pero es un boludo más, como vos. Si vendés mucha mierda, le chupás las medias a tus superiores y buchoneás a tus compañeros, puede que consideremos ponerte en algún puestito de más responsabilidad. Te controlamos todo el tiempo, cuánto llamás, cuánto tardás en comer, cuánto tardás en ir al baño. Si tenés que tomarte días de estudio, enfermedad o trámites, te los tenemos que dar, pero después, tenés que gastar tiempo de tu vida para recuperar todo, o te quitamos el presentismo. Para resumírtelo, acá no existe la ley ni los DD.HH., ¡Las reglas las ponemos nosotros! Porque empresas monopólicas, casi todas de afuera, nos garpan para tenerte llamando. Tu vida es nuestra. 

Envianos tu CV y pretenciones salariales, aunque te paguemos el mínimo de convenio, y encima, gracias a que estos gobiernos zurdos dicen que telemarketer es trabajo insalubre, mejor te disfrazamos de administrativo y nos ahorramos un potosí de plata...ehm, sí, mandanos todo a carnefresca@fullexplotation.com"



Muchas veces pensé: hm...recepcionista. Trabajo no calificado, sencillo y de muy buena paga. Lástima que por cuestiones del idioma, no se sabe si "recepcionista" es hombre o mujer. Casi siempre piden mujeres. En el caso del puesto de secretaria, implica una mayor responsabilidad, un poco más de capacitación, pero un sueldo aún más generoso. En ambas dos, las empresas se ponen exquisitas, y buscan un perfil muy particular:


"Moneygark, importante empresa financiera, incorpora recepcionista. Deberá contar con los siguientes requisitos excluyentes:

1) Sexo femenino.
2) De 17 a 25 años.
3) Excelente dicción y manejo del paquete office.
4) Muy buena presencia.
5) Excelentes habilidades interpersonales: Simpática, cariñosa e íntima.

Ofrecemos un sueldo de $10000, excelente ambiente laboral y posibilidades de ascenso.

Enviar CV con fotos de cuerpo completo a info@moneygark.com"


No hay que ser muy vivo para darse cuenta de lo que piden acá:

"Moneygark, importante empresa especialista en especulación y fondos buitre, incorpora recepcionista para importantes tareas. Deberá contar con los siguientes requisitos excluyentes:

1) Sexo femenino, obviamente. 
2) De 17 a 25 años, me calientan las pendejitas taradas.
3) Con que sepas usar el face y escribir, me basta y me sobra.
4) Muy buena presencia: no quiero otro bagarto trabajando acá, para eso, llamo a mi señora. Quiero tener un motivo más para venir a laburar. 
5) Necesito que seas gauchita conmigo, derecho a roce, como le quieras llamar. Tengo la fantasía de un día darte bomba en mi oficina, o a la salida del laburo, o petelín debajo del escritorio. De ahí en más, todo lo que tu creatividad te dicte.

Te ofrezco un sueldo de puta madre, vas a ganar más que un docente o un médico, a cambio de que seas mi objeto sexual, porque sólo para eso servís.  Y honestamente, me sale lo mismo que ir de putas todos los días, como suelo hacer.

Enviame tus fotos más calientes, porque te vamos a elegir por el lomo, nada más, y si querés, poné tu CV, mamita. Te espero en: gerentejeropa@moneygark.com"



Qué le vamos a hacer. Encima, las mujeres que quejan de que el mundo no les da oportunidades, ¡Pero si no quieren laburar! ¡Que se queden a fregar platos! Hm... (Ironía, por las dudas, aclaro)

Para cerrar, el anuncio más desconcertante que ví hasta el momento. A diferencia de los otros, que son creaciones de juntar muchos anuncios distintos, este se los pego tal cual lo ví. Agárrense:

"¡Sanguchero con experiencia!

Estamos en la busqueda de un sanguchero con experiencia comprobable en la elaboracion de sandwich de miga y otros. Para un local nuevo en zona palermo. Que viva en Capital (excluyente) para turno Diurno de horas."

Qué podemos decir:

"Estamos en la búsqueda de un perfil excepcional. Buscamos incorporar a nuestro staff de profesionales doctorados un especialista en la elaboración de emparedados de miga y otros. Es para un lugar muy cheto, así que no puede ser cualquier verdolaga, eh. Necesitamos una persona con vasta experiencia en la disciplina de la sanguchología, y con experiencia comprobable en otras empresas e instituciones asociadas al sánguche. Es requisito excluyente que viva en Capital. No me importa que acá existan más oportunidades y que vos, pese a tu necesidad, vengas a pedirme laburo, y menos me importa que seas super mega puntual. Te garpamos por horas. Insistimos, CON EXPERIENCIA. No me importa tampoco que el resto de los laburos pidan experiencia, y que nunca puedas entrar esta licuadora humana que es el mercado laboral. No sé dónde estudia uno la carrera de sanguchero. Consideramos que hacer sánguches no es algo que una persona común y corriente haga todos los días. Queremos un "Máster Sangúcher of the conch of the lore..." 

Igual, ya sabemos quiénes terminan en los puestos más exigentes...



Tres razones más para seguir sosteniendo la bandera del "nunca laburar"...

viernes, 23 de noviembre de 2012

Diálogos de nuestra contradictoria existencia


Curiosa página de facebook: "La gente anda diciendo". Es un divertimento más. No voy a criticarla, yo también me he reído con ella. Consta de una compilación de frases presuntamente dichas de verdad por la gente en la vía pública. Pueden encontrarse cosas desde lo feliz que hace a una persona la sonrisa de un niño hasta detalles escabrosos sobre la actividad sexual de una joven de entre 21 y 35 años, y todas las angustias, placeres y altibajos que le pasan al curtirse a un idiota.

¿Por qué le doy tanta importancia a las palabras? Dicen que me caliento demasiado por las cosas, y que debería sucumbir ante la filosofía de "Todo me chupa un huevo"...Sí, evidentemente. Es muy sano. Si alguien me critica por mi cuerpo, o por la remera que llevo, si un imbécil se enoja conmigo porque lo miré, o si un taxista considera que la democracia no es mejor que una dictadura, es mejor hacer oídos sordos (otro día le hablaré a mis lectores lo que me pasa cuando subo a un taxi, no estoy generalizando...por favor).

Mas la profunda indiferencia no me satisface. No está bueno taparse ojos y oídos. A ver...

El lenguaje construye. Las palabras que algunos alegan que se lleva el viento, vuelve materiales las cosas. Vuelve reales las cosas que sólo eran palabras. Cuando uno habla, se jacta de algo, arma y describe las cosas, construye. Las palabras arman frases, las frases discursos, y estos son, en mayor o menor medida, verosímiles de convertirse en conciencia. Esta conciencia puede volverse colectiva con la transmisión cotidiana de las palabras, y la realidad, que creías que era la expresión acabada de lo que veías, es en realidad todo lo que decís, y no te das cuenta.

Dialogos que nunca ocurrieron, pero que ocurren todo el tiempo. A continuación, cosas que nos terminamos creyendo y aceptamos como verdades sólo por oirlas/decirlas:



                                          *               *               *


Compañero: "¡No doy más! Nunca pensé que lo que me gusta me haría sudar la gota gorda."

Otro compañero: "Esta es la etapa del año en la que uno más se queja".

Compa: "Me faltan leer dos libros y terminar el práctico, y estudiar para el segundo parcial. Encima, el final  es en dos semanas, porque este profe, pese a su exigencia, admite ser el último en pasar las notas, e irónicamente, esta cátedra es la que primero toma exámenes. Para que encima los corrija así nomás."

Otro:  "Eso pasa en todas las carreras. Uno elije lo que más le gusta, se piensa que todo es felicidad, y no ve el sacrificio que ello demanda. Esto también me gusta".

Compa: "Lo que a mí me gustaría es tener un futuro, ser alguien. Por eso elejí esta carrera. Nada más. ¿De verdad pensás que me gustan los números, los despidos y la competencia?"
     
Otro:  "Pensé que te gustaba aprender, trabajar y crecer personalmente, más allá de eso".

Compa: "Con lo que me gusta, no voy a llegar a ningún lado. Nadie quiere eso. A nadie le gusta lo que a uno le gusta, ni lo aprueba...nadie".

Otro: "¿Cómo que no? Me vas a decir que no tenemos gustos en común, o que..."

Compa: "No, no, no, a ver. No todos gustan de lo mismo, pero todos quieren plata, trabajo, una mujer, familia. Todos conocen las reglas del juego. Yo no soy alguien que quiera cosas materiales, pero las necesito. Si quiero ser alguien, necesito plata, trabajo, si quiero una mujer y familia, ni hablar".

Otro: "¿Entonces?"

Compa: "Si quiero ser alguien, si quiero existir, tengo que ser ese alguien. Para ser yo mismo, tengo que hacer cosas que no haría, porque sino, el mundo no me deja ser. Tengo que ser otro que no soy yo para ser yo mismo. Y me pone mal, me pone triste. Debo hacer lo que me hace infeliz para ser feliz. Acepto".

                                       *               *               *


Chico: "Ya sé. Estás re enamorada de él y no de mí, pero, ¿por qué seguís con un tipo así?

Chica: "Estoy harta de mi novio, ya lo sé. Pero ese no es motivo para dejarlo, me gusta mucho. Vos sos mi amigo, y punto. Sos re lindo y re bueno, pero yo te veo como amigo, y siempre vamos a ser amigos".

Chico: "Yo te trato bien, te escucho, compartimos los mismos gustos, soy todo lo que querés, ¿verdad? Vos misma me lo dijiste aquella vez, así que no me digas que no, que estoy confundido. Me parece que o vos estás confundida o me querés confundir".

Chica: "A ver...Sí...sos todo lo que quiero, pero en mi novio. A mí me gustaría que mi novio sea como vos. Lo que pasa es que...".

Chico: "Vos sabés que tu novio es así como es y no va a cambiar. No sos feliz con él, y conmigo vas a ser feliz".

Chica: "Vos sos todo lo que yo quiero, pero lo que yo quiero es a alguien que es todo lo que yo no quiero. Yo soy feliz con alguien que no es como yo quiero, sino todo lo contrario, y no me imagino la felicidad con vos, que sos todo lo que yo quiero, porque sos mi amigo. Yo no quiero lo que yo quiero. Un amigo es un amigo, es mi novio quien me hace feliz. Es ése alguien lo que quiero, por lo tanto, y en definitiva: yo quiero lo que no quiero".

                                             *               *               *

López: "Yo siento que la terapia me ayudó a sentirme más seguro, a aclarar mis dudas, a poder ser feliz tal y como soy, y por eso decía...me parecía, doctor, que hasta acá...estamos...estoy bien...por eso le decía..."

Schneider: "¿Cómo puede decir 'estoy bien' alguien que vino a pedir ayuda?"

L: "Sí, claro, cuando yo vine, estaba...

Sch: "Usted no puede ir por ahí jactándose de estar bien en el estado psíquico en el que vino hace tres años, o se piensa que uno se cura en tres años. ¿Se imagina que un médico cure a un paciente de las piernas y a este se le ocurra irse caminando porque se le ocurrió que ya puede caminar?".

L: "Y bueno. Yo cambié mucho. Volviendo a ese ejemplo, me curé gracias a usted, y ya no necesito muletas, ni yesos. Estoy fuerte y bien parado en los pies. Ya puedo..."

Sch: "No establezca comparaciones que no tienen nada que ver. La medicina y la psiquiatría no tienen nada que ver, ¿No se da cuenta? Fue un simple ejemplo".

L: "..."

Sch: "¡Y no me interrumpa! Si está bien, ¿Por qué pidió ayuda? ¿Qué persona con un ego sano pide ayuda? Si usted estuviese tan seguro de dejar la terapia, ¿Por qué vino hoy? Usted cuando estaba solo, caía en ese pozo depresivo, en ese problema con su padre, en los tics nerviosos...¿Se da cuenta?

L:   "Sí, me doy cuenta, pero eso era antes. Hoy estoy feliz y en paz conmigo".

Sch: "Usted es feliz bajo mi directiva y mi orientación. Si usted vuelve a ser usted como era, si usted está conforme consigo, no puede ser feliz".

Lopez: "Yo vine acá a recibir su ayuda, y me enseñó a estar seguro de mí mismo, y ahora estoy seguro. Ya no tengo esos problemas".

Sch: "Está entrando en una negación Usted está seguro...sí. Seguro para irse, volver a la timidez, la paranoia, la depresión. Usted hace esto inconcientemente. Le está escapando a sus problemas".

L: "Yo no le escapo a mis problemas. Mejoré un montón, pero tengo problemas como cualquiera".

Sch: "¿Ve? Usted admitió tener problemas. ¿Por qué irse? Usted cae en círculos viciosos de    contradicción, ¿Lo notó? Tal y como al comienzo. Es más...usted está peor que antes. Le sugiero continuar esta terapia, y seguiremos sobre su terrible problema de inseguridad. Las barreras del ego están muy débiles todavía, desde su adolescenciay a la sombra de su figura paterna sigue borrosa la línea de su yo, y su líbido reprimida es lo que más me preocupa...¿Está Bien?

L:   "Bien.."

Sch: "Bueno, son $500 el mes...Ah, el mes que viene aumenta, eh. Está avisado, con tiempo...hoy es...treinta y uno...aquí tiene su recibo. ¿Le tengo que dar receta para los medicamentos? Bueno. Ah, y cuando salga, llame a Clara que tengo que hablar con ella. Me ordenó todo como el orto. No hace falta ir a la universidad como yo para saber ordenar un puto fichero. Chau".



                                           *               *               *

Como siempre, mi aclaración final:

Confieso que el segundo fue el que mejor me salió, porque es el que salió naturalmente hace tiempo. Los
otros dos los hice hace poco y a las apuradas, y la búsqueda romántica es algo que me quita el sueño. Sí.

Prometo mejorarlos...

jueves, 22 de noviembre de 2012

La música y yo


   Sí, lectores, soy músico, y es lo mejor que me dio la vida. Mejor dicho, es lo mejor que yo le dí a mi vida. Se supone que hoy debo escribir las razones por las cuales me desvivo por ella. Debería explicarles cómo a los 17 años me piré por ello, por qué elegí dos o tres carreras antes de decidirme, y por qué nada en el mundo me parece igual de hermoso. Básicamente, siento que el arte es lo único con sentido en la vida. No es mi intención desarrollar este punto, no aún. No quiero quemarme tan pronto.

   Hace un tiempo, una persona hermosa me hizo un chiste en un momento de vulnerabilidad, una situación ridícula, pero que me hizo sacar de mi pecho muchas cosas. En mi clase de audioperceptiva (lenguaje musical, para algunos), mi querida profe proponía que los alumnos trajeran algo de música para compartir. Esta práctica quedó colgada, y yo hubiese aprovechado, pero hay veces que hasta la más inocente cargada te deja traumado.

   Ese día, llegué a casa y escribí esto en el caralibro. Las aclaraciones que crea pertinentes se harán debajo de ella. Es larguita, eh...ahí va:

                                    *                        *                      *
Se titulaba:
"Heavy Metal" ó "Del problema de querer aprender".


   ¿Quién soy yo? Soy un joven. Un guitarrista. Un músico. Un aprendiz de músico. Alguien que quiere tocar música. Alguien que quiere lograr cosas con su música. Alguien que experimenta con los sonidos y con las emociones y las sensaciones. También se puede decir que soy alguien que quiere aprender. Soy alguien que quiere progresar. Soy alguien que, inevitablemente, va a cambiar, va a aprender y que seguramente va a progresar. Soy un proyecto viviente. En definitiva, soy una persona con una identidad, con tiempos y espacios propios y autogestionados, con límites y libertades bien defindos, con uno o varios objetivos bien claros. Soy alguien con un bagaje de conocimientos, limitado. Con un tesoro de pensamientos y sentmientos, también limitados. Soy alguien con herramientas, materiales y abstractas, para encaminar un proyecto, para realizar un sueño. Soy un pasado y un presente también. Soy una persona conectada con el mundo, con varios mundos, con su propio mundo. Soy un ente mutante y un alma llena de cosas. Soy todo esto y mucho más. Soy toda una persona. Principalemente, soy y existo, vivo por todo lo que me define, principalmente, vivo por la música.

   Para realizar todo esto, tengo incontables tareas, pasos, estadíos, cosas que atravesar, que vivir, que experimentar. Es inevitable vivir, es inevitable la experiencia humana, necesaria, nada fácil, pero apasionante al fin. Hermosa. Todo pareciera llegar casi fortuitamente, y así llegó un género musical que me marcó, que me distinguió, que hasta el día de hoy y siempre me va a constituir. Fue la primer música amigable a mis oidos, algo que reflejó mi alma, que ayudó a producirla, y mi alma hoy puede producir y reproducir todo lo que me hizo sentir y abre nuevos caminos. Llámese Rock, llámese Heavy Metal, llámese Rock Pesado, llámese así, llámese música y no de ninguna otra manera. Me pongo estricto en lo deíctico para ser claros y para mantener las formas, defender mi identidad. Es ese Rock lo que soy, lo tengo más que claro y no pienso cambiar. Puedo sumar muchas cosas más, no paro de descubrir cosas nuevas, pero mi piedra fundamental es el Rock. El pesado rock. El maravilloso rock. El enigmático rock. Todo lo que soy lo alimenta, y su invocación me alimenta. Nos complementamos. Nos otorgamos y compartimos con los demás ese sentimiento que algunos llaman felicidad. Me es amigable y agradable, es mi puente hacia el placer, o es mi placer mismo. Eso es mi música, es placer. Es todo lo que quiero realizar.


  La música es un placer y una experiencia contenida en formas, en estructuras, en paisajes, en el tiempo y en sensaciones. Elegí el Conservatorio como uno entre otros medios para entenderme con ese universo de cosas. El Metal también tiene sus sonidos, su matiz y su mundo de cosas propio. Apunto a La Música en este momento, en este discurso. Tiene sus fenómenos que merecen su estudio. Tiene su lenguaje y sus dialectos también. Merece un análisis y una apareciación. Merece una destreza y una perfección. Merece...requiere todas esas cosas. Te invita a todas esas cosas, es la diferencia entre el músico meramente casual y recreativo y el músico apasionado, o sea, yo (éste último soy yo). Merece una pasión, expresividad, sensibilidad y sensatez. No es nada fácil, y me gusta que así sea, pues en general lo fácil, lo sencillo, lo superficial y lo barato no es de mi agrado. Así es la música, todo esto es lo que quiero y lo que me gusta. Ese es mi proyecto de vida.


   Hoy al querer hacer lo que hice siempre, se me llena el alma de dudas. Hoy tomar el instrumento, sostenerlo y ejecutar no es tan sencillo. Hoy improvisar y componer no es tan fácil. Hoy no estoy tan conforme con lo que siempre fui, con lo que me definí y con lo que delineé anteriormente (en este ensayo). No estoy conforme. Deviene la angustia. Deviene la frustración. No pasa necesariamente por la dificultad de los estudios, de las piezas, de los dictados por superar o por el cúmulo de teoría a aprender y de técnicas a incorporar. Insisto, pasa por mi propia conformidad. Puede decirse que tengo un problema. Deviene también cierta inseguridad. Va a tomar tiempo convertir todos estos inconvenientes en herramientas de expresión y posteriormente en frutos. Escribiendo, leyendo y releyendo y a la vez reflexionando sobre esto, me voy calmando, y lo suspendo para seguir con mi análisis.


   Si vuelvo al rock y a cómo me constituyó, veo que tengo un terreno virgen para explayar lo que antes no sabía, para seguir sumando ladrillos al sueño, a eso que antes era pobre, que no encontraba los matices y las emociones que tendrían que estar. En el metal no parece haber emoción, ni sensibilidad, ni ritmo, ni tacto. Puede ser por su extrema velocidad, por su característica y mal ponderada estridencia, por la distorsión de los amplificadores que pareciera borrar la dinámica de las notas, por la tortuosa percusión, su obsesión por los registros bajos, las voces extremas también, por la crudeza e incorrección de sus letras y sus bizarras expresiones, por sus casuales armonías disonantes o por lo que fuere. Eso es lo que está en boca y oídos de los demás, de quienes no lo comparten...mas los respeto. Yo espero el mismo respeto, pero qué sucede: no les llega lo que yo siento, pues los matices y las emociones están allí, y mi búsqueda es querer alimentar todo ello, que para ellos no es aceptable. En ese discurso de "vale todo" y de terrible libertad que esgrimen los artistas, cada vez más vanguardistas, no parece haber lugar para el metal. El metal no tiene nada digno de ser disfrutado. Bajo ese estándar, yo no tengo emoción, no tengo sentimientos, no tengo talento, no tengo ritmo, no tengo música. Ergo: no merezco respeto alguno. Eso es una injusticia de ignorancia inconmensurable.


   Esto es algo en lo que no quiero gastar muchas palabras, honestamente, pero hay que hechar luz a este dilema. Eso es un latiguillo que tengo que aguantarme para poder crecer. Es un mote intolerable. Es un problema de entendimiento y de comunicación. Si me descalifican, no pueden conectar con mi mensaje, no pueden entenderme. Si no me entienden, entran un ciclo de no comprensión y de descalificación. Me dejan afuera de lo que definen como música. Me despojan de La Música. Me sacan mi identidad, restringen mis sueños, pretenden encaminar mi trabajo y mi talento en algo que no soy. Si no tengo emoción, ni conocimiento, ni ritmo, ni técnica, no soy una persona. Soy una bestia. Todo lo que debería ser una herramienta, es un sepo, un grillete, un muro, una cadena. Todo lo que debería ser un aporte, un regalo, es un robo, un secuestro, una muerte. Todo lo que debería ser una puerta abierta, es una restricción. Son todos límites para una bestia desposeída de alma para ejecutar y producir música.


   De repente, sucede que me encuentro por demás sensible a estas presiones. Me siento mal porque, efectivamente, bajo esta piel hay un alma que ríe y llora, que siente y enloquece, que se enoja y olvida, que ama. Soy un alma que ama. Soy un hombre que ama. Soy un hombre proyectando en el seno de su ser una mujer ideal. Soy un hombre buscando, también, el amor de una mujer. Soy un hombre que tiene una visión crítica y sensata del mundo que lo rodea. Soy un hombre que está dispuesto a luchar hasta ver un mundo mejor. Soy un hombre al que le pasan cosas. Si encima de dichas cosas tengo que aguantarme las agresiones, las injusticias, el rechazo y la descalificación, no puedo vivir ni crecer. Tengo que revestir esas sensibilidades. Debo doblegarme a aguantar cosas, a agredir para que no me agredan, a rechazar para no tener que esperar nada de nadie, tengo que esconderme en la agresividad y la austeridad que la sociedad impone. Debo doblegarme a la violencia verbal y simbólica en la que me quieren meter en cada aspecto de la vida. Debo acelerar mi ritmo y caer en la paranoia. Debo ser el lobo del hombre, y hacer del prógimo mi propio lobo. Debo dejar de ser un hombre sensible y ser una bestia. Más aún, en mi vida personaltambién choco con gente que me rechaza, gente que le disgusta lo que hago, amigos que no me entienden, más de una mujer que no pudo quererme por mis gustos (quizás...), un rechazo generalizado de la sociedad y, simultaneamente, expulsado de las cosas que todos disfrutan. Al fin y al cabo, soy una bestia, tal y como querían, y como tal, no puedo ser músico, por eso hago heavy metal. Por eso soy un duro a los sentimientos, al tacto, al "groove" (como le llaman algunos), a la improvisación y a la espontaneidad, a la belleza... ¡NO! No es así...


   Eso es una imagen falsa que reciben los demás. Es un espejo falso que construyen los demás. Es válido sólo dentro de la lógica del prejuicio que hay sobre mi música. Si no abandono mi sensibilidad y, a la vez, puedo mantenerme fuerte y en pie ante la ignorancia y la descalificación, obtengo el aliento para seguir adelante, pues al final, descubro que mi sensibilidad y mi fortaleza son las dos caras de una misma moneda. He encontrado una virtud más en mí. No puedo dejarme caer ante todos esos obstáculos. Es un círculo vicioso en el cual mi música no progresa porque me quieren hacer creer que es basura, que por ello no puedo aprender, y que por ello nunca voy a progresar, ni yo ni mi música. Eso no es cierto, por el contrario, mi objetivo es revertirlo para construir mi propio círculo virtuoso: puedo crecer, aprender y aprehender cosas, escuchar y volver a escuchar, practicar y seguir practicando, perfeccionar, encontrar muchas emociones, sonidos y sensaciones, ajenas al rock, que puedan enriquecerme y aportar a mi rock, a mi heavy metal, a mi música. Es indiscutible que al no tener un gran contacto con la música clásica (así bien como a ciertos estilos de música popular) me cuesta muchísimo, pero la escucho, me entusiasmo, me termina gustando, establezco una conexión, hago catarsis. Puedo entenderlo, puedo sentirlo, y se siente maravilloso. Y me encantaría tener más. Siempre más, siempre sumar. No voy a dejar que todo sea un hostigamiento. No voy a darles ese gusto a los ignorantes. Si no quieren escucharme, ustedes se lo pierden. A quienes quieran y puedan comprender, espero que lo disfruten. Bienvenido sea todo, porque, sin tantas vueltas, ¡La música es mi pasión! Amo la música, amo la vida, y amo mi peculiar, loca y hermosa persona. Y que no se diga nada más.


"For those who understand, I'll extend my hand. To the doubtfull I demand: take me AS I AM. Not under your command. I know where I stand. I won't change to fit your plan. Take me AS I AM." 

("A aquellos que entienden, extenderé mi mano. A los dubitativos les demando: acéptenme como soy. No estoy bajo tu mando. Sé donde estoy. No cambiaré para adaptarme a tu plan. Acéptame como soy.") 
Fragmento de "As I am", de Dream Theater, canción 1 del álbum "Train of thought")

               *                        *                      *


    Hoy no la titularía "Heavy Metal", sería algo extremista. Aún tengo el orgullo de decir que disfruto esa música. Con mucho cariño y orgullo puedo decir que soy un metalero. La cagada de ello es pensar que me centro en sólo uno de tantos estilos de música, es algo que no puedo aceptar. Más aún, me banco las cargadas que ello me trae. La verdad que siempre pensé que aquellos que critican con el solo ánimo de ofender, son entes faltos de paz. Quien pretende tirar abajo a alguien, se muere por ser como él. Quien está de verdad seguro y conforme con quien es, vive y deja vivir.

   En el día de la música, reafirmo mi compromiso con toda la música, y celebro el espíritu de religar, de sanar, de hacer reír y llorar. Disfruto con cada pasito más cerca de ver mi sueño hecho realidad. Agradezco a la vida por los amores de personas que puso a mi lado para tocar con ellas.

¿Qué más puedo pedir?

¡Que sea rock!


                      *                  *                     *

   Sobre la cargada: todos vieron en una ocasión que me gustaba esa música por una remera, o porque me escucharon hablar con un ex compañero (que dejó de venir) sobre Whitesnake. En un momento, la profesora nos recordó sobre el espacio de apreciación musical, insistiendo en que trajéramos música. Ahí nomás, mi compañera me mira y me dice: "Vos no traigas nada, ¡Por favor!"...

...jajaja...



domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Por qué no sos un poco más normal?...


...me preguntaron más de una vez. Y yo me pregunto, ¿Qué es ser normal?

                                                *                    *                *

Un tema bárbaro para mi primer entrada. A continuación, una poco necesaria aclaranción sobre por qué un blog, que se extenderá hasta que vuelvan a aparecer los asteriscos...

   Perdón. Es que es muy chabacano sacarle el encanto y el misterio haciendo un apartado autoreferencial que aclare: "Bueeeno, esta es mi primer entrada, introduzco el blog, etc". Lo lindo de ciertos paréntesis (o en este caso, de "apartados"...pero esto sí es un paréntesis, ¿Ven?), es que se pueden obviar. Se pueden obviar siempre y cuando el lector pueda prescindir de lo que adviertan. Para quienes suelo escribir, con quienes suelo compartir mis cosas y me siguen en mis reflexiones, no pierdan su tiempo en él. Aquellos que son nuevos en este arte de descifrar lo que yo pienso, procedo a explicarles.

    Veo hace tiempo una ola de blogs, de medios alternativos, de lugares de opinión que cobran cada vez mayor importancia. La red, entre toda la basura mediática, divertimentos truchos y pornografía que tiene para ofrecer, pone a nuestro alcance canales para que se oigan las voces que no suelen oírse. Este es un medio en el cual uno puede llevarse algo distinto de la televisión, la calle y el cúmulo de cosas que se reproducen a boca de jarro.

   Hay búsquedas profundas, miradas desde otros ángulos, y delirios que buscan despertar la mente desde otro lugar: el de de ser enunciados con una actitud rebelde, que se hacen los difíciles a la hora de ser entendidos, que buscan desconcertar o consumar los actos lingüísticos ajenos a la cotidianidad, ajenos a lo que quieren que uno repita. Dado que el lenguaje es la forma de apropiarse de la realidad, qué mejor manera que dar vuelta la realidad que con enunciados descabellados. Es lindo también jugar con lo "cotidiano-maravilloso". Un día te hablo del gobierno, otro sobre "la gente", otro la agonía de que se caiga la tostada del lado de la mermelada, y otro sobre una especie de palta fluorecente que crece en San Juan que, según las brujas del lugar, podría servir para reactivar la industria nacional, desarrollando un producto para el crecimiento del cabello, y destinar su carozo de gran tamaño a un plan de armamento nacional...

Fin de la explicación. Abajo, los asteriscos y, a continuación, el tema expuesto en el título...¿Me siguen?...

                                                          *                    *                *

¡Veamos!

   Imposible de encarar esto si no nos remitimos a la época en la cual cada individuo forma su personalidad. Varios de mis planteos desembocan (o mejor dicho, se originan) en la adolescencia. Siempre será así, dado que mis opiniones descabelladas son producto de ser alguien poco normal...Es la edad en la cual uno deja de ser un niño, de depender de mamá y papa, de ver dibujos animados, de jugar con sus juguetes, en resumen, de ser feliz con pequeñas cosas, a una etapa donde uno desarrolla sus caracteres físicos segundarios que todos bien conocemos:

- Las hormonas comienzan a actuar sobre nuestro cuerpo por capricho de la naturaleza. Cambia nuestro cuerpo, crecen los genitales, se activa nuestro aparato reproductor, el cual entrará severamente en conflicto con nuestra parte más humana y racional...

- A los nenes se nos vuelve grave la voz, pegamos el estirón, cobramos una actitud (auto)destructiva y desafiante, y de querer copular con cuanta hembra encaremos, sin el menor respeto.

- A las nenas les crecen los pechos, las caderas, desarrollan una obsesión por los galanes de la tele y las estrellas pop, comienzan las reacciones súbitas e inexplicables, junto con millones de emociones, sensaciones e ideas que los nenes tienen prohibido expresar, bajo la pena de que se los cague a trompadas.

- Y a ambos nos salen pelos, granos e inquietudes por todas partes del cuerpo.

   Además de todas estas banalidades sobre las cuales las instituciones centran su atención a la hora de hablar de adolescencia, sucede el gran cambio en el cual yo quiero poner el acento: la personalidad. Desarrollamos nuestra forma de ser, desde lo más básico, como las actividades que nos gusta hacer, la música que nos gusta escuchar, elegimos a nuestros amigos, elegimos una persona con la cual queremos estar, hasta incluso llegamos a formar criterios, como ser nuestro mundo ideal. Esto nos da la pauta de que nos estamos transformando y convirtiendo en alguien, y depende de quién seamos será nuestro lugar en la sociedad.

   En esta edad es en la cual todas las instituciones apuntan sus cañones: la familia, la escuela, la Iglesia, el Estado, las corporaciones, todos tienen un plan para reproducir la sociedad. Todos saben que es el momento en el cual el hierro está blando para formarlo. En esta edad comienza a moldearse a los individuos para que se reproduzca el modelo de sociedad vigente. Existe todo un aparato para que las cosas sigas siendo como son, para que la gente "sea normal".

    Todo eso es un proceso cultural, es algo artificial, ajeno a lo natural, y acá está lo tramposo. Todas las cosas, los patrones de conducta, los valores, qué es bueno/malo, lindo/feo, son inculcadas. Ser "normal" es una construcción, y se toma como lo natural. Sin embargo, son transmitidas pensando que eso es lo natural, lo que se supone que debe ser, lo ideal. Todo aquello que es ajeno, es extraño, es indeseable, es reprobable, y digno de ser reprimido. Lo que hacés de tu vida, la forma en que te vestís, la música que escuchás, la religión, tu ideología, tu sexualidad, TODO es controlado desde este plan que tienen para tu vida. Todo esto es un proceso cultural que, en mayor o menor medida, todos sufren, y algunos se dan cuenta, y otros no, tal y como se espera.

   Cuando un individuo dentro de "lo normal" se encuentra con estas personas fuera de "lo normal", es inevitable que entren en conflicto. Además de llevar esos cánones, está programado para rechazar todo lo diferente a él. Esto sucede tanto cuando se encuentran dos culturas diferentes, cuyo resultado por lo general es destructivo...como cuando un individuo encuentra en su propia sociedad alguien diferente a sí mismo. En momentos como eso surge esta pregunta que encabeza la nota.

   Existe también un mecanismo represivo para aquellos que no siguen el mismo patrón. La persona que me increpa lo hace por fuerza mayor que no puede ver ni comprender. Un grupo de pibes le pegan en el piso a otro porque escucha una música distinta a la de ellos, o porque se viste distinto a ellos.

   Esa persona es como es porque copió un modelo. Un joven es de un cuadro de fútbol porque su padre lo es, y revolea una bandera, y putea e incluso golpea a alguien por ser de otro cuadro de fútbol. Un tipo discute con otro sobre la inseguridad, alegando que "hay que matar a todos los negros", porque escuchó a su padre decir lo mismo mientras miraba el noticiero.

   Más aún, está empapelada la ciudad con ese deber ser: un hombre trabaja como burro para tener un auto, la ropa, el celular, el perfume y el reloj del tipo del cartel; una mujer se siente mal con su cuerpo y con su imagen porque ve en los carteles muchachas escuálidas, pintadas como una puerta y con una sonrisa falsa dibujada, casi una mueca de prostituta, y en sus ojos, un vacío de alma.

   Entonces, ser normal puede variar. Ya no es mi preocupación ser normal, sino ser como soy yo. Cuando uno se deshace de esas leyes de cómo ser, uno es natural. Si comprendo esto, entonces, puedo aceptar que alguien sea diferente. Quien no lo vió, entonces, puede abrir los ojos frente a lo que le parecía obvio, cuestionarlo, y rever su manera de ser, en pos de mejorar su existencia, en pos de estar más feliz con su propia manera de ser. En cambio, si uno ya tenía conocimiento de ello, y es perfectamente consciente de ello, no importa qué excusa ponga para defender el orden, si sigue discriminando a otros, es la peor basura que puede existir. Está con quienes dictan las reglas. Irónicamente  quien se pone a señalar qué es natural y qué no, está contra toda naturaleza.

  En resumen, ¿Qué es ser normal? Es ser un producto de la sociedad...

 ¿Por qué no soy un poco más normal?...¡Pues porque no quiero!...

=)

"Quien no encaja en el mundo, está cerca de encontrarse a sí mismo" - Hermann Hesse...¡Lo ví justito en el face y decidí pegarlo! jaja...