viernes, 23 de noviembre de 2012

Diálogos de nuestra contradictoria existencia


Curiosa página de facebook: "La gente anda diciendo". Es un divertimento más. No voy a criticarla, yo también me he reído con ella. Consta de una compilación de frases presuntamente dichas de verdad por la gente en la vía pública. Pueden encontrarse cosas desde lo feliz que hace a una persona la sonrisa de un niño hasta detalles escabrosos sobre la actividad sexual de una joven de entre 21 y 35 años, y todas las angustias, placeres y altibajos que le pasan al curtirse a un idiota.

¿Por qué le doy tanta importancia a las palabras? Dicen que me caliento demasiado por las cosas, y que debería sucumbir ante la filosofía de "Todo me chupa un huevo"...Sí, evidentemente. Es muy sano. Si alguien me critica por mi cuerpo, o por la remera que llevo, si un imbécil se enoja conmigo porque lo miré, o si un taxista considera que la democracia no es mejor que una dictadura, es mejor hacer oídos sordos (otro día le hablaré a mis lectores lo que me pasa cuando subo a un taxi, no estoy generalizando...por favor).

Mas la profunda indiferencia no me satisface. No está bueno taparse ojos y oídos. A ver...

El lenguaje construye. Las palabras que algunos alegan que se lleva el viento, vuelve materiales las cosas. Vuelve reales las cosas que sólo eran palabras. Cuando uno habla, se jacta de algo, arma y describe las cosas, construye. Las palabras arman frases, las frases discursos, y estos son, en mayor o menor medida, verosímiles de convertirse en conciencia. Esta conciencia puede volverse colectiva con la transmisión cotidiana de las palabras, y la realidad, que creías que era la expresión acabada de lo que veías, es en realidad todo lo que decís, y no te das cuenta.

Dialogos que nunca ocurrieron, pero que ocurren todo el tiempo. A continuación, cosas que nos terminamos creyendo y aceptamos como verdades sólo por oirlas/decirlas:



                                          *               *               *


Compañero: "¡No doy más! Nunca pensé que lo que me gusta me haría sudar la gota gorda."

Otro compañero: "Esta es la etapa del año en la que uno más se queja".

Compa: "Me faltan leer dos libros y terminar el práctico, y estudiar para el segundo parcial. Encima, el final  es en dos semanas, porque este profe, pese a su exigencia, admite ser el último en pasar las notas, e irónicamente, esta cátedra es la que primero toma exámenes. Para que encima los corrija así nomás."

Otro:  "Eso pasa en todas las carreras. Uno elije lo que más le gusta, se piensa que todo es felicidad, y no ve el sacrificio que ello demanda. Esto también me gusta".

Compa: "Lo que a mí me gustaría es tener un futuro, ser alguien. Por eso elejí esta carrera. Nada más. ¿De verdad pensás que me gustan los números, los despidos y la competencia?"
     
Otro:  "Pensé que te gustaba aprender, trabajar y crecer personalmente, más allá de eso".

Compa: "Con lo que me gusta, no voy a llegar a ningún lado. Nadie quiere eso. A nadie le gusta lo que a uno le gusta, ni lo aprueba...nadie".

Otro: "¿Cómo que no? Me vas a decir que no tenemos gustos en común, o que..."

Compa: "No, no, no, a ver. No todos gustan de lo mismo, pero todos quieren plata, trabajo, una mujer, familia. Todos conocen las reglas del juego. Yo no soy alguien que quiera cosas materiales, pero las necesito. Si quiero ser alguien, necesito plata, trabajo, si quiero una mujer y familia, ni hablar".

Otro: "¿Entonces?"

Compa: "Si quiero ser alguien, si quiero existir, tengo que ser ese alguien. Para ser yo mismo, tengo que hacer cosas que no haría, porque sino, el mundo no me deja ser. Tengo que ser otro que no soy yo para ser yo mismo. Y me pone mal, me pone triste. Debo hacer lo que me hace infeliz para ser feliz. Acepto".

                                       *               *               *


Chico: "Ya sé. Estás re enamorada de él y no de mí, pero, ¿por qué seguís con un tipo así?

Chica: "Estoy harta de mi novio, ya lo sé. Pero ese no es motivo para dejarlo, me gusta mucho. Vos sos mi amigo, y punto. Sos re lindo y re bueno, pero yo te veo como amigo, y siempre vamos a ser amigos".

Chico: "Yo te trato bien, te escucho, compartimos los mismos gustos, soy todo lo que querés, ¿verdad? Vos misma me lo dijiste aquella vez, así que no me digas que no, que estoy confundido. Me parece que o vos estás confundida o me querés confundir".

Chica: "A ver...Sí...sos todo lo que quiero, pero en mi novio. A mí me gustaría que mi novio sea como vos. Lo que pasa es que...".

Chico: "Vos sabés que tu novio es así como es y no va a cambiar. No sos feliz con él, y conmigo vas a ser feliz".

Chica: "Vos sos todo lo que yo quiero, pero lo que yo quiero es a alguien que es todo lo que yo no quiero. Yo soy feliz con alguien que no es como yo quiero, sino todo lo contrario, y no me imagino la felicidad con vos, que sos todo lo que yo quiero, porque sos mi amigo. Yo no quiero lo que yo quiero. Un amigo es un amigo, es mi novio quien me hace feliz. Es ése alguien lo que quiero, por lo tanto, y en definitiva: yo quiero lo que no quiero".

                                             *               *               *

López: "Yo siento que la terapia me ayudó a sentirme más seguro, a aclarar mis dudas, a poder ser feliz tal y como soy, y por eso decía...me parecía, doctor, que hasta acá...estamos...estoy bien...por eso le decía..."

Schneider: "¿Cómo puede decir 'estoy bien' alguien que vino a pedir ayuda?"

L: "Sí, claro, cuando yo vine, estaba...

Sch: "Usted no puede ir por ahí jactándose de estar bien en el estado psíquico en el que vino hace tres años, o se piensa que uno se cura en tres años. ¿Se imagina que un médico cure a un paciente de las piernas y a este se le ocurra irse caminando porque se le ocurrió que ya puede caminar?".

L: "Y bueno. Yo cambié mucho. Volviendo a ese ejemplo, me curé gracias a usted, y ya no necesito muletas, ni yesos. Estoy fuerte y bien parado en los pies. Ya puedo..."

Sch: "No establezca comparaciones que no tienen nada que ver. La medicina y la psiquiatría no tienen nada que ver, ¿No se da cuenta? Fue un simple ejemplo".

L: "..."

Sch: "¡Y no me interrumpa! Si está bien, ¿Por qué pidió ayuda? ¿Qué persona con un ego sano pide ayuda? Si usted estuviese tan seguro de dejar la terapia, ¿Por qué vino hoy? Usted cuando estaba solo, caía en ese pozo depresivo, en ese problema con su padre, en los tics nerviosos...¿Se da cuenta?

L:   "Sí, me doy cuenta, pero eso era antes. Hoy estoy feliz y en paz conmigo".

Sch: "Usted es feliz bajo mi directiva y mi orientación. Si usted vuelve a ser usted como era, si usted está conforme consigo, no puede ser feliz".

Lopez: "Yo vine acá a recibir su ayuda, y me enseñó a estar seguro de mí mismo, y ahora estoy seguro. Ya no tengo esos problemas".

Sch: "Está entrando en una negación Usted está seguro...sí. Seguro para irse, volver a la timidez, la paranoia, la depresión. Usted hace esto inconcientemente. Le está escapando a sus problemas".

L: "Yo no le escapo a mis problemas. Mejoré un montón, pero tengo problemas como cualquiera".

Sch: "¿Ve? Usted admitió tener problemas. ¿Por qué irse? Usted cae en círculos viciosos de    contradicción, ¿Lo notó? Tal y como al comienzo. Es más...usted está peor que antes. Le sugiero continuar esta terapia, y seguiremos sobre su terrible problema de inseguridad. Las barreras del ego están muy débiles todavía, desde su adolescenciay a la sombra de su figura paterna sigue borrosa la línea de su yo, y su líbido reprimida es lo que más me preocupa...¿Está Bien?

L:   "Bien.."

Sch: "Bueno, son $500 el mes...Ah, el mes que viene aumenta, eh. Está avisado, con tiempo...hoy es...treinta y uno...aquí tiene su recibo. ¿Le tengo que dar receta para los medicamentos? Bueno. Ah, y cuando salga, llame a Clara que tengo que hablar con ella. Me ordenó todo como el orto. No hace falta ir a la universidad como yo para saber ordenar un puto fichero. Chau".



                                           *               *               *

Como siempre, mi aclaración final:

Confieso que el segundo fue el que mejor me salió, porque es el que salió naturalmente hace tiempo. Los
otros dos los hice hace poco y a las apuradas, y la búsqueda romántica es algo que me quita el sueño. Sí.

Prometo mejorarlos...

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